
Infiltración telepática
“Es decir, que la glándula pineal, contrario
a lo que se dice, NO es el único punto del cuerpo
que se encarga de la percepción extrasensorial
y a la conexión con el campo Unificado,
sino que todo el cuerpo en conjunto da o
recibe dicha conexión.”
Anéeka de Temmer.
Video de Conocimiento Pleyadiano:
Las estrellas 2 – Seres vivos con conciencia.
Campo de batalla La Tierra.
En algún momento de junio de 2022. Marco temporal liriano terrestre.
Mientras poco a poco se desmantelaba la Reina Roja y todos sus nodos, el cabal hacia lo indecible para continuar la guerra. Moriría matando. Una guerra que no había sido nunca una guerra de verdad con tanques y disparos. Lo que veía el público en general en los medios de información masivos y en los canales alternativos, oficiales y no oficiales, infiltrados y controlados también por los regresivos hacía tiempo, era todo irreal. Era una guerra mediática donde los tanques eran de mentira y las balas eran de mentira. Escenas de otros conflictos anteriores o simplemente el trabajo hecho por Hollywood para el cabal utilizando los mismos actores de crisis que caían heridos en diferentes campos de batalla.
Todo era ya una guerra de información y desinformación. Era difícil encontrar la verdad entre tanta mentira y ocultación. Pero el cabal no era el único que empleaba el método de confundir al enemigo, a la humanidad. Las fuerzas del bien también lo empleaban, aunque se decía eso de que la oscuridad era ruidosa y la luz silenciosa. Todo arte de la guerra se basa en el engaño —decía Sun Tzu, general, estratega militar y filósofo de la antigua China—. Había que distraer, despistar y engañar a lo que quedaba del cabal para hacerle salir de su escondrijo y machacarlo. También se aplicaba lo de hacerle creer que no se sabía lo suficiente para poderlo atacar. Todo esto suponían, por desgracia, que los seres lirianos terrestres no solo estuvieran bajo el yugo del engaño del propio cabal, sino también, y colateralmente, del yugo de las fuerzas de liberación de la Tierra en aplicación de sus propias tácticas militares que no debían caer en manos del enemigo. Había que tener ojo avizor y ser muy escrupuloso manejando toda la información que se recibía. Todo representaba una carrera de obstáculos y uno no se podía dejar abatir ni por nada ni por nadie ante tales circunstancias. Había que seguir con el trabajo en la Tierra, había que seguir desmantelando las instalaciones de los regresivos y sus adláteres y eliminarlos. A pesar de lo elevado en consciencia y espiritualidad que resultaban ser los Karistus y las otras razas amigas intervinientes en la limpieza de la Tierra, no dejaban de aplicar lo que muchas veces Swaruu de Erra había transmitido a sus contactados: “Sé espiritual, pero siempre ten cerca de ti la catana bien afilada”. Quizás Swaruu aprendiera eso de los propios Karistus que siempre habían mostrado un carácter regio y combativo.
No había, pues, hueco para el perdón o el olvido, aunque eso pareciera una falta grave de empatía y espiritualidad que era, sin embargo, el campo abonado y objetivo final para el amor y sobre todo para la integración. Había que transcender la maldad e integrarla con la bondad para que el mal se disolviera, pero en esta ocasión había que disolverlo de otra manera más taxativa y expeditiva y, sobre todo, no había tiempo para que el liriano terrestre aplicara la mecánica de la manifestación para disolver el mal, aunque no fuera el responsable directo de su creación. La solución eficiente ya demostrada eran las armas de energía y con ellas la disolución estaba garantizada.
Dentro de las estrategias de distracción hacia el cabal estaba la que interfería con la propia divulgación. Las propias fuerzas de liberación también intervinieron lo que se divulgaba en los canales de Ramón y Gala poco antes de que oficialmente se cortara el contacto con ellos por parte de las taygeteanas. Era una manera de infiltrarse en sus propias filas. La información que llegaba a los contactados era un verdadero galimatías; censura, manipulación y eliminación por parte del cabal terrestre o de lo que quedaba de él y más manipulación por parte de las fuerzas positivas. El embrollo estaba asegurado en los seguidores, pero también en el cabal. No se sabía dónde acababa una y dónde empezaba la otra.
Ahora se entendía perfectamente las razones por las cuales la información de los últimos meses no encajaba correctamente y parecía estar coja. Deliberadamente se había dejado que esto sucediera para confundir al cabal y ocultar las acciones que se están llevando a cabo desde el lado positivo. Mucha gente ya era consciente de estos fallos en la divulgación, pero la mayoría no podría haber entendido que las cosas tenían que hacerse así para poder dinamitar al cabal. El cabal junto con la Federación 5D nunca habría permitido la divulgación después de la marcha de Swaruu de Erra si no hubiera estado controlada. Pero ahora el control lo estaba del lado positivo o eso parecía. Quizás todo esto contribuyó también al cierre definitivo del contacto.
Después del cierre del contacto con Ramón y Gala y la marcha de las verdaderas taygeteanas de la órbita terrestre, el cabal vio la oportunidad ideal para seguir sembrando más confusión y distracción en las semillas estelares y para que la gente no supiera lo que estaba realmente sucediendo en la Tierra y alrededores. Así que el cabal había decidido mantener de alguna forma la narrativa de la divulgación y añadirle elementos nuevos que permitiera atraer a más incautos. Así, la divulgación pareció fluir por otros canales que no eran vía internet, mientras ideaban otra estrategia más consistente y se preparaban para recibir los golpes de las embravecidas fuerzas conjuntas de liberación de la Tierra.
Gracias a la tecnología de control mental, telepatía sintética y otras herramientas sofisticadas, las facciones del cabal terrestre, todavía activas, suplantaron a las taygeteanas reales y, sabiendo que Ramón y Gala jamás hablarían con ellos por telepatía, intentaron el contacto con personas especificas con características particulares que ya habían sido identificadas previamente por el cabal y cuyos poderes sensoriales les permitían la comunicación telepática o canalización. A partir de ese instante, comenzó el envío de información que las personas contactadas no tenían forma de contrastar ni validar, pero que, debido a su supuesto origen, creyeron altamente confiable.
A pesar de que las taygeteanas reales habían dicho, por activa y por pasiva, que la comunicación telepática nunca se daría por los peligros que entrañaba y que la única vía posible era por teclado, al final, las falsas taygeteanas convencieron a estas personas para utilizar la comunicación telepática, argumentando que, según había dicho Anéeka, era un método directo sin la posibilidad de interceptación o usurpación por cualquier entidad y que cualquier entidad parasitaria regresiva podría ser detectada con cierto entrenamiento y aplicando ciertas técnicas.
Las falsas taygeteanas dieron a entender que habían cometido un gran error al insistir en que la divulgación se hiciera vía internet creyendo que era lo más seguro, pero que ahora era inviable dado que habían tenido que destruir la Toleka al haberse contaminado su IA debido a la infiltración de una IA regresiva por los canales de comunicación de Internet. Muchas semillas estelares e incluso Ramón y Gala, enrocados en sus viejos paradigmas, no dieron crédito a lo que se estaba diciendo considerando falso este nuevo contacto.
Sin embargo, mucha gente pensó que, si estos nuevos contactados, los nuevos mesías, lo decían vehementemente, todo sería verdad. En cierto modo, aplicaron el dogma que Ramón y Gala predicaban, pero que ellos nunca seguían: “La información cambia de día en día y a nueva información, estudiarla e integrarla.” Y entonces la telepatía vino como un nuevo método de pasar información que sustituyó a la antigua forma de divulgar.
Pero, no solo las supuestas taygeteanas se comunicaban por telepatía, también Karistus y otras razas. De repente todo el mundo se comunicaba por telepatía. Se había abierto la veda para que las entidades regresivas se dieran un festín con los ingenuos que confiaron en el nuevo sistema. Aunque poco les duró. Las entidades regresivas tenían poca creatividad y cayeron en su propia trampa.
Las nuevas informaciones dadas aseguraban, por ejemplo, que caería el holograma de la Luna o se acabarían los chemtrails o que los medios de comunicación masiva caerían a una hora y día prefijado por las entidades contactadas. La evidencia de que la información era falsa fue concluyente al no llevarse a cabo ninguna de las acciones profetizadas por las supuestas taygeteanas, descubriéndose finalmente que los que canalizaban y ejecutaban la telepatía sobre los contactados eran personajes creados por una IA regresiva del cabal que se hacía pasar por taygeteanas, por Karistus, por Camilo Sexto, reencarnado en Temmer, por Nino Bravo, por Vladimir Putin en una nave extraterrestre o por lo que hiciera falta.
Había quedado claro que el fin de esta artimaña del cabal era tener entretenida a la gente, desviar su atención, guiar su percepción, volverlos locos, crear disensión entre las semillas estelares y mantenerlos inactivos. Es decir, las mismas maniobras ejecutadas desde hacía tiempo por QAnon y sus secuaces, pero a otro nivel más metafísico o al menos no terrestre.
Cada bando aplicaba sus tácticas de guerra sucia para intentar acabar con el otro, pero lo que parecía indudable era que la gente de a pie finalmente resultaba ser la única realmente lastimada y vilipendiada. Quizás fuera una advertencia para que los “zapatitos rotos” tomaran el control de la situación, porque, al fin y al cabo, ellos eran las semillas estelares, ellos eran los únicos con verdadero poder y los únicos que podían ganar esta guerra.
Mientras tanto, las operaciones contra el cabal se sincronizaban en todo el mundo. No había ni un solo rincón de la Tierra en el que no se estuviera pasando la escoba. Demasiada mugre y demasiado incrustada en la sociedad, demasiada escoria en el pantano. Había demasiados regresivos, demasiada gente Matrix que según la definición de los Karistus era toda aquella gente sin alma. Para ellos, eran regresivos, negativos oscuros sin alma que habían entrado exprofesamente en la Tierra para interactuar socialmente a todos los niveles y para ayudar al cabal a realizar tareas de control mental de la gente normal y a programar una determinada percepción sensorial en el resto de la población. Se estaba viviendo una guerra real de conciencias. Los karistus habían contabilizado unos mil doscientos millones de regresivos en toda la Tierra y se estimaba que el cuarenta por ciento ya habían sido eliminados.
Estas operaciones se estaban filtrando a las semillas estelares. Todos coincidían con la información que se estaba dando y que provenía de fuentes diferentes, pero que probablemente provenían de una fuente común situada en algún punto del universo utilizando nodos biológicos con cuerpos lirianos. Sin embargo, en ningún caso esa información estaba siendo suministrada por las taygeteanas que ya llevaban tiempo en Taygeta desconectadas del contacto directo con la Tierra y de lo que sucedía en ella.
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