
Llevamos algún tiempo oyendo hablar del movimiento o tendencia llamado Transhumanismo y el físico, emprendedor, inventor y magnate sudafricano Elon Musk, entre otros muchos, es uno de los impulsores más activos de esta corriente para la que ha desarrollado la tecnología “Neuralink” que consiste nada más y nada menos que en un implante craneal para conectar las redes neuronales del cerebro con una IA (Inteligencia Artificial) para potencialmente “arreglar lo que funciona mal en el cerebro”. Y aunque aparentemente no haya conexión, tenemos que decir que Neuralink irá irremediablemente asociado al proyecto Starlink que el Sr. Musk ha puesto en marcha y que consiste en la creación de una constelación de satélites de internet con el objetivo muy elogiado de brindar un servicio de internet de banda ancha, baja latencia y cobertura mundial a bajo coste. Algo muy importante a mencionar es que la red de satélites utilizará las bandas de frecuencias contenidas en la tecnología 5G.
Aunque desconfío bastante en lo que hay detrás de esta tecnología y los propósitos finales de este invento, no es mi intención evaluar o escudriñar los detalles de todo esto ni quiero hacer tampoco una disertación sobre lo que es el Transhumanismo, lo que supone el uso de la 5G o subsiguientes y la Inteligencia Artificial, sin entrar en los pormenores de si ésta es positiva o negativa. Desde mi punto de vista estos tres elementos van de la mano y es imprescindible que estén los tres presentes para que todo funcione.
A priori, considero cuanto menos, preocupante el que pueda darse cabida a la posibilidad de que te inserten un chip, aun cuando sea consentido, y que pueda controlarse desde una IA de forma inalámbrica con redes de telecomunicaciones 5G cubriendo toda la Tierra. Si bien, hoy en día la tecnología está tan avanzada que los chips no serán necesarios y bastará con que nos inoculen de una manera sencilla y no invasiva bio-circuitos nanotecnológicos auto ensamblados basados en el material de moda; el grafeno. Aquí tampoco me voy a parar, pero puedo, eso sí, hacer la siguiente pregunta: si la IA puede conectarse a tu chip neuronal y controlarlo desde redes inalámbricas 5G, es decir desde cualquier sitio, estés donde estés y hagas lo que hagas, ¿qué le impedirá a la IA controlarte a ti también insertando emociones, sentimientos y pensamientos? Ahí lo dejo.
Para saber lo que es el Transhumanismo en detalle bastará con buscar en la red y encontrareis mucha documentación que podréis leer y aprender qué es esto y cuáles son sus variantes.
El propósito de este artículo si está pensado, sin embargo, para dar mi opinión al respecto y para hacer una advertencia, ya que considero que es algo que el ser humano no necesita. ¿arreglar lo que funciona mal en el cerebro o en el resto del cuerpo? ¿estamos seguro de eso? ¿salvo enfermedad, realmente el cuerpo o el cerebro tienen problemas de funcionamiento?
Considero que cuando se habla de Transhumanismo ya sea el tecnológico (uso de dispositivos o software) o el genético (modificación genética), se hace siempre en base a un principio elemental: “el humano es imperfecto, poca cosa, limitado, prácticamente un deshecho biológico que vive muy poco tiempo y que puede ser mejorado con diferentes técnicas o tecnologías”. Aquí volvemos a encorsetarnos dentro de la filosofía newtoniana donde la ciencia materialista, reduccionista y determinista nos dice que somos eso; imperfectos, poca cosa, etc. sin tener en cuenta otros aspectos que caen fuera de lo material. Nos olvidamos otra vez de la parte espiritual y metafísica que tiene el ser humano. No se tiene en cuenta lo que llevo diciendo en artículos anteriores: “el ser humano es poderoso y creador” y no necesitamos el Transhumanismo ni ningún invento similar para nada. Y no tenemos esto en cuenta porque ya se ha encargado la sociedad, la ciencia y la religión de ocultarnos dicho poder y eliminar todo vestigio de herramientas para desarrollar ese poder. El Transhumanismo es un intento desesperado de las grandes corporaciones por alejarnos de nuestra espiritualidad y desconectar finalmente al ser humando de la Fuente Original y conectarlo a una IA mayormente regresiva que lo controlará y esclavizará.
Evidentemente no solo hay un intento de desconectarnos de la Fuente y reducir o eliminar nuestro poder innato, también hay un intento de rentabilizar el Transhumanismo convirtiéndolo en un negocio multimillonario presumiblemente poco ético que serviría de herramienta para explotar al ser humano con la ayuda de la IA. Y como todo negocio oscuro al que debe sacarse el máximo rendimiento es necesario desarrollar una brillante campaña de marketing como la tiene la Agenda 2030. Así pues y desde el punto de vista comercial, el Transhumanismo es según se explica en El rincón del cabal (https://cabaltc.com/Transhumanismo/ y https://cabaltc.com/consecuencias-del-Transhumanismo/) “una ideología o pensamiento que busca mejorar al ser humano. Alterar sus capacidades mediante la ciencia y la tecnología, bien sea a través de modificaciones corporales mecánicas (implantes, softwares…) o modificaciones genéticas (drogas, modificaciones del ADN…)”.
Ideología o pensamiento que desde el punto de vista espiritual y metafísico hace aguas. ¿Mejorar? ¿Mejorar qué? ¿No hemos dicho que somos poderosos y creadores? Luego agrega: “Per se no es algo bueno o malo. Cualquiera es libre de jugar con su propio cuerpo y hacer lo que le dé la gana.”
Lo lamento, pero discrepo de esta aseveración. Tal y como se expresa y sin exponer todos los elementos sobre la mesa es peligroso decir esto. Voy a reformular la frase: “somos seres poderosos que podemos construir la realidad que deseemos y todo aquello que queramos y también podemos sanarnos. No necesitamos la tecnología para alcanzar nuestros objetivos. Ahora bien, si prefieres jugar con tu propio cuerpo y hacer lo que te dé la gana, eres libre de hacerlo siempre y cuando las leyes te lo permitan.”
Yo preferiría que nos devolvieran las herramientas que nos robaron para poder desarrollar nuestro poder espiritual antes que insertarme un chip que me permita por ejemplo hablar 5 idiomas, ¿qué tal si nos devuelven el poder de la telepatía? No me haría falta saber ningún idioma. Y en cuanto a la moralidad de todas estas tecnologías y demás, aunque al día de hoy las leyes morales, éticas y judiciales mantienen casi todas las puertas del Transhumanismo supuestamente cerradas, es muy posible que alguna puerta ya se haya abierto para dar paso a proyectos conocidos como los de Elon Musk, por ejemplo y también proyectos desconocidos en los que cabría preguntarse, vista la falta de escrúpulos y ansias desmedidas por ganar dinero de ciertas corporaciones y de los propios gobiernos, si estarán ya intentando modificarnos sin nuestro conocimiento y sin nuestro consentimiento para “transhumanizarnos”. Hay que tener en cuenta que la nanotecnología ha avanzado muchísimo en los últimos tiempos y no sería de extrañar, como mencionaba al principio, que ya nos estén introduciendo bio-circuitos nanotecnológicos auto ensamblados a través de la alimentación, de las medicinas, del aire que respiramos y de otras vías. ¿Ciencia ficción o la nueva humanidad? Ahí os dejo esto para que le deis una vuelta.
Un comentario en “Transhumanismo. Ciencia ficción o la nueva humanidad”