Por qué somos poderosos y creadores

En este cuarto artículo quiero seguir en la línea del anterior y, para empezar, contestaré a las dos primeras preguntas que exponía en “Cómo ser felices” (https://www.linkedin.com/pulse/c%C3%B3mo-ser-felices-mariano-sanz-gonz%C3%A1lez/) y que habían quedado pendientes. Os compartiré mi visión, perspectiva e interpretación al respecto. Obviamente lo que vais a leer solo es mi punto de vista y no tiene por qué coincidir con el vuestro. Desde mi interior siento que lo que voy a contar ahora, y que he aprendido en estos últimos tiempos, resuena con mi alma y quiero compartirlo con vosotros. Espero poder hacer sonar alguna campanita en vuestro interior. Vamos allá.

¿Cómo llegamos aquí?

Desde el punto de vista meramente biológico y por lo que yo he investigado, no fuimos el resultado de un proyecto genético como indican algunos científicos e investigadores (Zecharia Sitchin, David Parcerisa, Anton Parks, etc.). Tampoco venimos del mono ni somos el cruce de un lagarto con un mandril por mucho que los seguidores de la teoría de Darwin se empeñen en decirlo sin demostrar, hoy en día, la validez de dicha teoría con pruebas medianamente sostenibles. Tampoco parece tener mucha sustentación científica el que seamos la mezcla de innumerables razas extraterrestres como dicen otros. Sin embargo, me resuena más el hecho de que seguimos siendo lo que fuimos hace 200.000 años con las mismas capacidades de entonces (Dr. Bruce H. Lipton, Gregg Braden).

Si, pero ¿y antes de eso qué?

Para que podáis imaginar cómo llegamos aquí, os contaré un pequeño cuento (primera parte). Hace muchos eones, la Tierra sufrió seis extinciones masivas en las que muchas civilizaciones avanzadas desparecieron sin dejar el menor rastro (¿alguien se encargó de borrarlo?) La mayoría de aquellas civilizaciones no eran originarias de la Tierra y a pesar de ser muy avanzadas se extinguieron (¿o las extinguieron?). La última extinción ocurrió hace 12.500 años, pero aun así siguieron apareciendo otras civilizaciones y es que la vida en el Universo es la norma y no la excepción (¿sigue empeñada la NASA en buscar vida bilógica fosilizada ahí afuera o quizás esté buscando el organismo equivocado en el lugar equivocado?). En aquel entonces, tan solo en este cuadrante de la galaxia había más de 450.000 razas humanomorfas que con unas gafas de sol y una camisa hawaiana podrían pasar desapercibidas si te las hubieras encontrado en plena Gran Vía de Madrid. Hacemos una pequeña pausa en el cuento.

Desde el punto de vista espiritual tengo que apuntar que lo más importante de todo es que nosotros, nuestra esencia no es este cuerpo. Le damos mucha importancia, y la tiene, es nuestro contenedor biológico y por eso hay que cuidarlo todo lo posible, pero somos algo más. Algo más que está en un plano existencial superior y que utiliza nuestro cuerpo como un biotraje. Si os preguntáis entonces que hacemos en ese biotraje, la respuesta la tendréis más abajo cuando conteste a la segunda pregunta eterna. Y, además, según apuntan algunos entendidos, ese biotraje no es por derecho ninguna raza primaria concreta y se puede decir que se trata más bien de una subraza o raza secundaria. Así que, parece ser que no, no somos la raza más avanzada del universo ni el centro de la creación. Somos solo el disfraz que utilizamos para poder conseguir lo que describo más adelante.

Volviendo al cuento de antes; ¿qué paso hace 12.500 años? En aquella época, la Tierra ya estaba habitada por diferentes razas muchas de ellas interestelares no terrestres. La gran mayoría de las razas que formaban esa civilización eran de aspecto humanomorfo con base liriana (hay teorías que nos dicen que las primeras razas con aspecto humano salieron en tiempos remotos de la estrella Vega en la constelación de Lira y de ahí el apelativo). Esta civilización era global y se encontraba diseminada por todo el globo terráqueo. Por así decirlo, su capital era la Atlántida y estaba situada en lo que hoy es el Atlántico norte. Las razas de la Atlántida eran razas regresivas. Por aquel entonces, otras razas extraterrestres benevolentes habitaban también Lemuria, continente situado en el océano Índico y cuya capital era Mu. Lemuria y Atlántida no se llevaban bien. En realidad, ambas civilizaciones se encontraban en guerra por toda la galaxia. Eran las famosas Guerra de Orión que al día hoy, según algunos eruditos, siguen vivas. Por supuesto, dicha guerra afectó también a la Tierra. Hace 12.500 años la configuración del sistema solar era diferente a la actual. Había un planeta llamado Tiamat (no confundir con el Nibiru que supuestamente aparece en las tablillas sumerias) que estaba compuesto mayormente por agua y que se situaba entre Júpiter y Marte. Como consecuencia de las guerras de Orión, Tiamat fue destruido y la dinámica interplanetaria del sistema solar cambió. Parte de los escombros de Tiamat, principalmente agua congelada, fueron a parar a Marte y a la Tierra. Este evento se conoció como El Diluvio Universal en el contexto religioso. El resto de Tiamat se diseminó por el espacio y formó lo que ahora es el cinturón de asteroides que se encuentra entre Júpiter y Marte.

Una captura de pantalla de un celular con texto e imagen

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Ilustración 1 – https://www.deperu.com/refuerzo-clases/geografia-general/cinturon-de-asteroides-36

Las civilizaciones en la Tierra fueron destruidas totalmente y tan solo unos pocos fueron los supervivientes que, de repente, volvieron a la edad de piedra, pero con mucho esfuerzo y sin apenas tecnología, lograron trasladarse a las tierras altas de Escocia e Irlanda, parte de Sudamérica y otros lugares de la Tierra. Los que llegaron hasta Irlanda fueron los que fundaron el antiguo Egipto y mucho después Sumeria (Se que esto contradice la versión oficial de la historia, pero para poder contrastar, os recomiendo leer los “Orígenes irlandeses de la Civilización” por Michael Tsarion). Y es a partir de ahí cuando nace nuestra actual civilización. Podemos decir entonces, que la civilización actual terrestre es el resultado de la descendencia de aquellos que sobrevivieron a las sexta y última extinción de la Atlántida y Lemuria. Fin de la primera parte del cuento y pregunta, ¿estará cerca la próxima extinción masiva de esta civilización?

Vamos a la siguiente y última pregunta.

¿Por qué estamos aquí?

Segunda parte del cuento. Aunque lo que acaecido en la Tierra supuso una devastación gigantesca a nivel planetario y a nivel del sistema solar, con inmensa bajas en ambos lados, finalmente, las razas benevolentes ganaron la batalla. Poco después y por intereses particulares de muchas razas interestelares vencedoras, convirtieron a la Tierra en una especie de cárcel para que las razas regresivas que sobrevivieron al desastre no volvieran a las andadas. Para controlar el acceso a esa cárcel, se situó en la órbita terrestre un artefacto con una avanzada función tecnológica que, por mor de no alargar el cuento, no voy a detallar. Ese artefacto no solo contuvo a los “malos” dentro del planeta, sino que también transformó la Tierra en un lugar perfecto para tener experiencias de vida de todo tipo. Por esa razón, la Tierra se convirtió en una especie de parque de atracciones, un lugar de expansión, de aprendizaje para controlar la realidad personal y para que las almas (elimino toda connotación religiosa del concepto de alma y lo dejo meramente como una definición metafísica de nuestro verdadero ser) pudieran tener un conjunto específico de experiencias y por razones específicas y así poder conseguir una expansión de consciencia personal. Las personas que comenzaron a vivir esas experiencias eran mayormente lo que algunos han llamado semillas estelares (almas que viene de otros lugares de la galaxia de diferentes razas por derecho). Es decir que aquellas almas lo que hacían eran ponerse ese biotraje para vivir en la Tierra. Aquí hay que decir que muchos biotrajes van solo sin almas y a esos los distinguimos muy bien. Fin del cuento.

Entonces, según la interpretación que yo doy a este cuento, podríamos concluir que nosotros no somos este cuerpo, estamos en un plano de existencia superior, en un plano etérico y solo utilizamos este biotraje para tener una experiencia en el parque de atracciones que alguien hace miles de años decidió fundar y así expandir nuestra consciencia. ¿Y para qué venimos aquí experimentando una vida que muchas veces es fantástica, pero otras, corta, caótica y limitada? ¿Qué nos aporta tener esa experiencia? Aquí entramos en arenas movedizas, pero básicamente me atrevería a decir que lo que andamos buscando es el aprendizaje del equilibrio y sabiduría a través de la dualidad. Por ejemplo, sabiendo lo que es malo podemos reconocer lo que es bueno. Y cuando hayamos reconocido las dos caras de la moneda, integrarlo todo en nosotros. No sabremos lo que es el amor si no experimentamos el miedo. Y cuando hayamos encontrado el amor y transmutado en nosotros el miedo entonces, habremos dado un paso fundamental en nuestra expansión de consciencia. Y el día que veamos en los demás, con sus defectos y sus virtudes, que son una parte de nosotros mismos y lo integremos, entonces habremos dado un paso de gigante a nivel de consciencia. Cuando ya no nos haga falta la dualidad habremos vuelto a la Fuente. Porque cada uno de nosotros venimos del Todo, somos el Todo, somos la Fuente, el Éter, el Universo, el campo unificado, el yo unificado. Somos creadores, porque todo se crea desde la Fuente. Somos diferentes puntos de vista de la Fuente que desea experimentar la dualidad. Aunque la Fuente no se puede definir, porque inmediatamente quedaría limitada, os dejo esta imagen de cómo yo interpreto todo esto para que podáis haceros una idea.

Diagrama

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Imagen que contiene reloj

Descripción generada automáticamenteY nosotros, nuestro yo superior, somos un fragmento holográfico de ese Todo, con todo su poder. Somos o contenemos el poder de la Fuente. Os hago otro pequeño esquemita de lo que yo entiendo por fragmento holográfico. Esto significa que Somos el Todo, somos infinitos, inmortales, indestructibles. Un fragmento holográfico sería como un trozo de espejo roto en el que se refleja la imagen completa con todos sus atributos.

Imagen que contiene Diagrama

Descripción generada automáticamentePor lo tanto, si somo un fragmente holográfico de la Fuente, seremos tan poderosa y creativa como la misma Fuente.

Como conclusión, podríamos resumir las respuestas a las 2 primeras eternas pregunta como:

  • ¿Cómo llegamos aquí? Vinimos primeramente como seres biológicos desde otros lugares de la galaxia como colonizadores de planetas. Después, fue nuestra alma la que empezó a llegar hasta aquí para ocupar los biotrajes.
  • ¿Por qué estamos aquí? Para experimentar una vida, aprender y expandir nuestras conciencias. Mientras estemos aquí, debemos de crear nuestra propia realidad y buscar la felicidad y el amor, aunque desgraciadamente algunos seguirán percibiendo que su vida es corta, caótica y limitada. Os recuerdo que nuestras únicas limitaciones vienen de creer que somos limitados, ¿y si empezáramos ya a creernos poderosos y sin limitaciones?

Y aquí os dejo esto para que reflexionéis sobre ello y sintáis si esto que os escribo resuena con vosotros o no.