
BioCentrismo o SineidisisCentrismo
Ilustración 1 – http://olorunosebijames.blogspot.com/2012/11/general-revelation-and-special.html
Hace poco he leído un libro que se titula Biocentrismo escrito por el Dr. Robert Lanza (*) con la colaboración de Bob Bernam (**). El Dr. Robert Lanza propone una forma de ver la ciencia que la física cuántica no termina de explicar o no sabe cómo hacerlo. Es un cambio científico en la forma de ver el mundo.En este libro se dice básicamente que la vida y la consciencia son claves para comprender la naturaleza del Universo relacionando la consciencia en especial con el proceso físico. Dichas claves explican de forma científica lo que la ciencia oficialista se niega o es incapaz de explicar. También podemos decir que estas claves ya se explicaban en culturas muy anteriores a la nuestra y que en cierto modo nos lleva a la metafísica o espiritualidad.
A decir verdad y aunque en lo esencial estoy de acuerdo con lo que el Biocentrismo plantea, el término en sí mismo no se ajusta a lo que realmente describe, ya que desde mi punto de vista nos da la idea de que la vida o la biología es el centro de todo, cuando en realidad el centro de todo es la consciencia. El Dr. Robert Lanza parte de un punto de vista equivocado, a mi parecer, ya que considera que la consciencia existe cuando hay vida. Es como si la consciencia naciera en el cerebro y esto no es así o por lo menos, nadie lo ha demostrado hoy en día. El problema radica en que el mundo científico en general, desconoce la verdadera naturaleza de la consciencia y del propio Universo.
Para mí, la vida es una consecuencia de la consciencia y ésta es la parte primordial o fundamental de todo esto. Por lo tanto, en vez de hablar de Biocentrismo yo lo llamaría “SineidisisCentrismo” o como poco “EpignosisCentrismo”. Aunque estos nuevos términos son más largos y difíciles de pronunciar, se acercan mucho más a lo que debería de ser, es decir “La consciencia y el conocimiento es el centro de todo, del Universo”. Sineidisis viene del griego consciencia, pero ¡cuidado con el concepto Epignosis a secas! Se trata también de una palabra griega que significa tener una relación íntima con la Fuente del Conocimiento que algunos llaman Dios y que yo lo llamaría Consciencia Unificada o Fuente Original.
Epignosis se asocia, en muchos casos, a ciertas doctrinas religiosas o a estudios bíblicos y este no es el asunto que aquí tratamos. Para separarlo de cualquier religión o filosofía que no sea la puramente científica o metafísica diríamos que la Epignosis (Conocimiento Total) es discernimiento, reconocimiento, conocimiento pleno, más allá del conocimiento, en suma, Consciencia Unificada.
La verdad es que no entiendo muy bien por qué lo religioso acapara o secuestra dicho concepto, cuando en realidad atiende a muchas áreas del saber y del conocimiento. Como la consciencia está relacionada con el conocimiento y además se expande cuantos más conocimientos adquieras podemos usar finalmente el término SineidisisCentrismo.
Sigamos. El Biocentrismo del Dr. Lanza se basa en siete principios que me gustaría analizar e interpretar aquí y exponer mi visión partiendo de la premisa que es la consciencia la que genera la vida. Dicha interpretación podría considerarse especulativa y, a la vez, más que un mero filosofar, dado que es una derivada lógica y sensata de un Universo basado en la consciencia, siendo que el Universo es Consciencia Unificada, Éter, Energía Potencia, Fuente Original.
1er principio: Lo que percibimos como realidad es un proceso que exige la participación de la consciencia.
En cierto modo estoy plenamente de acuerdo con este principio. La realidad es subjetiva y depende de cada consciencia. Aunque si bien el Dr. Lanza describe que la realidad se percibe con nuestros sentidos físicos, se procesa por nuestra mente y finalmente genera una realidad subjetiva interna, lo que ocurre es que no solo los sentidos moldean o filtran lo que percibimos físicamente, también las ideas, las creencias, el inconsciente colectivo (del que tanto habla Carl Gustav Jung), los apegos y algunas cosas más dan forma a lo que percibimos. En la imagen siguiente intento hacer un esbozo de como percibimos la realidad y que es lo que la filtra. Según todo esto podemos decir, como ya hemos indicado numerosas veces en artículos anteriores que nosotros somos los que creamos nuestra realidad.

2º principio: Nuestras percepciones exteriores e interiores están inextricablemente entrelazadas; son las caras de la misma moneda.
Dicho de otra manera, nuestra realidad exterior depende de cómo es nuestra realidad interior. Si queremos que nuestra realidad exterior sea estupenda y maravillosa debemos hacer que la que sentimos en nuestro interior sea también estupenda y maravillosa. Si en nuestro interior somos personas positivas, en nuestra realidad exterior se reflejará dicho positivismo. Para ello debemos ahondar en lo que mostrábamos en la imagen anterior y trabajar para tener una actitud saludable, hacer meditación, progresar en el campo espiritual, cultivar la ética y la moralidad, querer siempre aprender más y adquirir conocimientos de todo tipo, hacer trabajos de sombras para eliminar comportamientos negativos inconscientes, cambiar nuestras creencias limitantes insufladas desde la más tierna edad y cambiarlas por creencias más positivas, intentar no tener apegos por nada, etc. etc.
3er principio: El comportamiento de las partículas subatómicas -en definitiva, todas la partículas y objetos sean del tamaño que sean- está inextricablemente ligado a la presencia de un observador. Sin la presencia de un observador consciente, existen, como mucho, en un estado indeterminado de ondas de probabilidad.
Este principio habla de cuestiones meramente físicas sacadas de los estudios y experimentos realizado por la ciencia humana y que inexorablemente nos lleva a decir que la materia no existe como tal. Como diría S. de Erra: “La materia dura solo es una ilusión creada por la manifestación de una intención de una consciencia creadora.”
En el artículo “El Poder de la intención” ya habíamos hablado de esto. En sí, es la ley de la manifestación que encaja perfectamente con el enunciado de este principio. Si ponemos atención sobre algo, estamos poniendo la consciencia de un observador sobre ese algo. Lo que hacemos es colapsar la onda de probabilidad y hacer realidad ese algo que no es otra cosa que materia dura manifestada. Esquemáticamente esto podría representarse según esta imagen.

4º principio: Sin conciencia la materia reside en un estado de probabilidad indeterminado. Cualquier Universo que pudiera haber precedido a la conciencia habría existido solo en un estado de probabilidad.
Este principio es una consecuencia del anterior. No hay materia. Solo hay mente. Podríamos profundizar diciendo que solo existe una sustancia y existe como una onda (de probabilidad) que se propaga por todo el Universo. Digamos que el propio Universo estaría repleto de Energía potencial que algunos científicos han llamado “materia oscura” al ser incapaces de determinar qué es lo que hay y de qué tipo de energía se trata.
5º principio: Solo el Biocentrismo puede explicar la estructura del Universo. El Universo está perfectamente ajustado para que en él haya vida, lo cual tiene un verdadero sentido, ya que la vida crea el Universo y no al contrario. El Universo es sencillamente la lógica espaciotemporal completa del ser.
No estoy de acuerdo con la definición de este principio. En este principio se vislumbran evidentes lagunas sobre la estructura y naturaleza del Universo. Dice que la vida crea el Universo y no al contrario.
El Biocentrismo en cierto modo se amolda al principio antrópico que en cosmología establece que cualquier teoría válida sobre el Universo tiene que ser consistente con la existencia del ser humano. En otras palabras: «Si en el Universo se deben verificar ciertas condiciones para nuestra existencia, dichas condiciones se verifican ya que nosotros existimos».
Desde mi punto de vista, el Universo siempre estuvo ahí y siempre estará. El Universo es la Fuente Original, es el Éter, es consciencia unificada. Es decir, que es la consciencia la que crea la vida. De ahí que no me guste el concepto de Biocentrismo y si el de SineidisisCentrismo (Consciencia en el Centro de Todo)
6º principio: El tiempo no tiene existencia real fuera de la percepción sensorial animal. El tiempo es el proceso mediante el cual percibimos los cambios del Universo.
Estoy de acuerdo más o menos con esto. El tiempo solo es una percepción inseparable de la consciencia, sin tiempo no hay consciencia y sin consciencia no hay tiempo, pero no está separado de la consciencia. Porque el tiempo es tu autoconsciencia (2). En la siguiente imagen se puede dar una idea de cómo es esto.

El tiempo es tan solo tus pensamientos. No existe como tal. No puede funcionar independientemente, lo que ocasiona que la percepción de tiempo al revés sea solo una idea en tu mente. Entonces la dirección de flujo del tiempo solo depende de lo que estés pensando. Es de nuevo una idea que surge de una consciencia que intenta explicar por qué es autoconsciente (2). Esta imagen nos da una ligera idea de cómo funciona el flujo de tiempo

No hay tiempo, todo es y todo ocurre simultáneamente. Solo es la progresión de la atención de una consciencia lo que anima lo estático dando una ilusión de tiempo transcurrido.
El Tiempo es la llave para entender y controlar el Universo. El Tiempo es la consciencia misma, es la consciencia del observador, el flujo de ideas o conceptos de consciencia que tenga. Es un flujo que en si se interpreta como gravedad muy ligera. (La gravedad es un flujo de energía electromagnética dentro del Éter)

El Tiempo es muy relativo, depende de cada punto de atención-consciencia. Si más de una persona percibe lo mismo, es por acuerdos de percepción solamente, aunque en realidad cada persona lo percibe de manera diferente.
7º principio: El espacio al igual que el tiempo, no es un objeto. El espacio es otra forma de nuestro entendimiento animal y carece de realidad independiente. Llevamos el espacio y el tiempo con nosotros adondequiera que vamos, como lo hacen las tortugas con sus caparazones. Así pues, no hay una matriz absoluta con existencia propia e independiente de la vida en la que ocurran los acontecimientos físicos.
Efectivamente. Al igual que el tiempo, el espacio es otro constructo de la consciencia. No existe como objeto cuantificable. Los acontecimientos físicos ocurren con la supervisión y gestión de la consciencia.
Para finalizar este artículo y como resumen podríamos decir que el Biocentrismo de Robert Lanza es una visión científica diferente y avanzada y proporciona un papel esencial y preponderante al observador, a la consciencia. Es un paso hacia adelante para comprender al ser humano y al Universo, es un paso adelante para entender que “Somos poderosos y creadores”.
Autores de Biocentrismo:
(*) Dr. Robert Lanza (https://www.institutodraco.com/es/article/18/-quien-es-robert-lanza-)
Robert Lanza es considerado uno de los principales científicos del mundo. En la actualidad es el responsable científico de Advanced Cell Technology y profesor adjunto en la Wake Forest University School de Medicina. Tiene cientos de publicaciones e invenciones, y más de 30 libros científicos.
(**) Bob Bernan (https://en.wikipedia.org/wiki/Bob_Berman)
Robert Berman, conocido como Bob Berman, es un astrónomo autor y divulgador científico estadounidense. Dirige el Observatorio Overlook en Woodstock, Nueva York, EE. UU. Fue profesor adjunto de astronomía en el Marymount College de Nueva York ubicado en el condado de Westchester desde 1996 al 2000 y ha aparecido en CBS This Morning, Today Show y Late Show con David Letterman.
Fuentes:
- Wikipedia. El Principio antrópico.
https://es.wikipedia.org/wiki/Principio_antr%C3%B3pico
- Web sites: https://swaruu.org/. Videos y transcriptos que hablan de Consciencia, Tiempo y Espacio.
https://swaruu.org/transcripts/como-funciona-el-tiempo-que-es-el-tiempo-yazhi-swaruu
https://swaruu.org/transcripts/el-tiempo-como-funciona-la-fuente-yazhi-swarru
- YouTube: Videos:
- Artículos anteriores de Mariano Sanz en Linkedin.
- Libro Biocentrismo. Autores Robert Lanza y Bob Berman. Editorial Sirio, S.A. ISBN:978-84-7808-807-2.